01/03/2022
En este taller cuestionaremos y fortaleceremos tu propuesta artística. También hablaremos sobre las distintas situaciones que enfrentarás dentro y fuera del escenario en el contexto de tu presentación en Talento Lasallista. Pero antes, entérate de algunos procesos que suceden dentro de tu cerebro mientras te encuentras en en la experiencia artística.
El arte y el cerebro humano
¿Por qué el cerebro humano necesita el arte?
“El arte es una actividad humana. Nuestro cerebro plástico necesita el arte” [1]. Si haces una retrospectiva, recordarás que desde edad temprana y de forma natural, los niños juegan, cantan, bailan y dibujan. Estas actividades son imprescindibles para desarrollo sensorial, motor, cognitivo, emocional y en definitiva cerebral que posteriormente le permitirán “aprender a aprender”.
Ésto no es una repetición involuntaria. “aprender a aprender” es darnos cuenta de cuál es nuestra mejor manera en que procesamos el conocimiento para que se convierta en una herramienta de nuestra profesión… de nuestra vida. Esto es a grandes rasgos el aprendizaje significativo.
¿Recuerdas que de niños las actividades artísticas no solo nos divierten sino que buscamos compartir nuestros resultados? Mostramos orgulloso nuestros productos a los demás, intentando casi siempre mejorar: Un dibujo, una canción… Esta actitud aparentemente tan sencilla revela una forma efectiva de entrenar una de las grandes virtudes del ser humano: el autocontrol.
La educación artística es una necesidad no porque nos haga más inteligentes sino porque nos permite adquirir una serie de competencias y rutinas mentales y emocionales que están en plena consonancia con la naturaleza social del ser humano y que son imprescindibles para el aprendizaje de cualquier contenido curricular. Y aún más allá. Son útiles para nuestras vidas.
El cerebro artístico
Cada actividad artística activa diferentes regiones cerebrales. Se sabe que ciertas estructuras de la corteza auditiva solo responden a tonos musicales; que una parte importante del cerebro y del cerebelo interviene en la coordinación de movimientos corporales propios de la danza y que el teatro estimula ciertas regiones del cerebro especializadas en el lenguaje oral que están conectadas con el sistema límbico que nos proporcionan el componente emocional. Las artes visuales como la pintura se procesan principalmente en los lóbulos occipital y temporal, mientras que la poesía o la prosa desarrollan las áreas relacionadas con el procesamiento lingüístico.
Debes saber que al desarrollar tu creatividad en cualquier ámbito, adquirimos conciencia de que nuestros problemas profesionales, económicos, emocionales etc. tienen más de una solución posible. Sabemos que es necesario analizar las situaciones desde diferentes perspectivas donde la imaginación es una poderosa guía en los procesos de resolución. La educación artística te muestra que no siempre existen reglas definidas cuando tienen que tomar decisiones.
Cuando se integran las disciplinas artísticas en las prácticas pedagógicas se promueve el pensamiento creativo y divergente en los alumnos sino que también desarrollan un pensamiento más profundo.
MÚSICA
La música nos produce bienestar porque estimula nuestro sistema de recompensa cerebral que libera dopamina y eso nos hace sentir bien. Es beneficioso desde la perspectiva emocional escuchar música, pero desde la perspectiva cognitiva es mejor practicarla. Así, por ejemplo, la activación simultánea de áreas sensoriales y motoras al tocar un instrumento musical conlleva la mejora de capacidades generales como la memoria de rabajo o la atención.
ARTES VISUALES
El cerebro humano ha desarrollado una extraordinaria capacidad para crear imágenes mentales internas e incluso, se ha demostrado en estudios con neuroimágenes que se activan las mismas regiones cerebrales al ver una escena real que al imaginarla Esto es muy interesante, porque la visualización es una herramienta potente en los procesos de memorización.
ARTES ESCÉNICAS
las investigaciones en neurociencia están demostrando su importancia a todos los niveles, incluido el cognitivo. Por ejemplo, la danza es una estupenda forma de desarrollar tres aspectos del pensamiento creativo: la fluidez, la originalidad y la capacidad de abstracción. Por otra parte, hoy sabemos que los mismos circuitos neurales que se activan al realizar una acción también lo hacen al observar a otra persona haciéndola. Estas neuronas espejo posibilitan la imitación, una poderosa forma de aprendizaje.
Como ves, las actividades artísticas están arraigadas al desarrollo del ser humano desde su nacimiento y que constituyen una recompensa cerebral natural necesaria para el aprendizaje. Porque la práctica de cualquiera de las manifestaciones artísticas lleva asociada un componente emocional que nos motiva y que nos permite contemplar el mundo que nos rodea desde una perspectiva diferente, más estética, más profunda. Como ves, la educación artística resulta imprescindible por muchas razones científicas y pedagógicas, pero la más importante es que nos permite ser felices; y ese es el verdadero aprendizaje que nos prepara para la vida.
[1] C. García Morales. ¿Qué puede aportar el arte a la educación? El arte como estrategia para una educación inclusiva. Arte y Sociedad, Revista de in vestigación. Universidad de Sevilla.
Referencias bibliográficas de las 2 primeras clases:
- Bradley K. (2002): “Informing and reforming dance education research”. En Deasy R. (Ed.), Critical links: learning in the arts and student academic and social development. Arts Education Partnership.
- Catterall J. (2002): “Research on drama and theater in education”. En Deasy R. (Ed.), Critical links: learning in the arts and student academic and social development. Arts Education Partnership.
- Eisner, Eliot W. (2004). El arte y la creación de la mente: El papel de las artes visuales en la transformación de la conciencia. Paidós.
- Hardiman, Mariale (2012). The brain-targeted teaching model for 21 st-century schools. Corwin.
- Hardiman M. et al. (2014): “The effects of arts integration on long-term retention of academic content”. Mind, Brain and Education, 8(3), 144-148.
- Mehr SA. Et al. (2013): “Two randomized trials provide no consistent evidence for nonmusical cognitive benefits of brief preschool music enrichment”. PLoS ONE 8(12).
- Mora, Francisco (2013). Neuroeducación: sólo se puede aprender aquello que se ama. Alianza Editorial.
- Posner, M. et al. (2008): “How arts training influences cognition”, en Learning, arts and the brain: the Dana Consortium on arts and cognition, Danna Press.
- Rabkin N. y Redmond R. (2004). Putting the arts in the picture: reforming education in the 21st century. Columbia College.
- Rauscher et al. (1993): “Music and spatial task performance”. Nature, Oct. 14.
- Sousa, David A. (2011). How the brain learns.
- Thomson W. et al. (2009): “Two forms of spatial imagery: neuroimaging evidence”. Psychological Science, 20.
- Winner E. et al. (2006): “Studio thinking: how visual arts teaching can promote disciplined habits of mind”. En Locher P. et al. (Eds), New directions in Aesthetics, Creativity, and the Arts. Baywood.
Wright R. (2006): “Effect of a structured performing arts program on the psychosocial functioning of low-income youth: findings from a Canadian longitudinal study.”. Journal of Early Adolescence, 26.
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Lila Zellet Elías
Coordinadora del programa Germinarte/ Formación Cultural
