Este laboratorio virtual tiene un afán transdiciplinario. Es decir, cruza las fronteras disciplinares en su objetivo de construir conocimiento. No importa si tu carrera no es afín a la de diseño o si no sabes dibujar, se trata de que tu cerebro y percepción se aproximen al lenguaje de las infografías, presentes en la contemporaneidad y proporcionarte algunas herramientas básicas  para que puedas generar tus propias comunicaciones gráficas que a demás de describir un fenómeno o proceso de cualquier índole, tengan la armonía visual que genera la composición de los siete elementos básicos de la imagen: Forma, color, volumen, textura, ritmo, equilibrio y tamaño. Vamos a definirlos a continuación:

Forma: Todo lo visible tiene una forma, podría decirse que es la figura espacial de cada cuerpo, la cual aporta la percepción o identificación a los objetos. También puede entenderse como conjunto de líneas y/o superficies que determinan el aspecto exterior de una cosa.

Volúmen: Es una magnitud definida como el espacio ocupado por un cuerpo. El volumen de los cuerpos es el resultado de sus tres dimensiones: ancho, alto y profundidad. En el diseño de vestuario, se le llama volumen a una estructura formal tridimensional.

Medida: Tamaño. Magnitud. Medición. Proporción o correspondencia de una cosa con respecto a otra.

Color: El color es un atributo que percibimos de los objetos cuando hay luz. El color es un fenómeno físico-químico. Una sensación que nos permite diferenciar los objetos con mayor precisión y nos aporta también cualidades psicológicas. La percepción de la forma, profundidad o claroscuro está estrechamente ligada a la percepción de los colores. Es una percepción visual que se genera en el cerebro al interpretar las señales nerviosas que le envían los foto-receptores de la retina del ojo y que a su vez interpretan y distinguen las distintas longitudes de onda que captan de la parte visible del espectro electromagnético. Los objetos devuelven la luz que no absorben hacia su entorno. Nuestro campo visual interpreta estas radiaciones electromagnéticas que el entorno emite o refleja, como la palabra “COLOR”.

Textura: Es una percepción que aporta sensación táctil a una superficie. A pesar de que la textura es la propiedad que tienen las superficies externas de los objetos que son captadas por el sentido del tacto, no solo existen texturas táctiles. Las texturas visuales son aquéllas texturas impresas que simulan la realidad o bien apartan la sensación de vacío en una composición. La textura ayuda a crear un humor particular para una disposición o para otras en formas individuales. En el caso del vestuario también se entiende por textura al entrelazamiento, disposición y orden de los hilos de una tela y también se refiere a la superficie de un vestido o al material de su confección.

Peso: Científicamente el peso de un cuerpo es la fuerza con que lo atrae la Tierra y depende de la masa del mismo. Pero este concepto no solo se refiere al efecto físico de la gravedad. Se percibe también de manera visual y psicológica.

Posición: Ubicación específica de un elemento. Manera de estar o colocarse físicamente. Lugar o situación que ocupa una persona o una cosa.

Dirección: Recorrido, camino o rumbo que sigue una persona, un grupo o una cosa. Destino que sigue un cuerpo en su movimiento. La dirección de una forma depende de su relación con el observador. Con su proximidad con otras formas reconocibles.

Equilibrio: Estado en el que un cuerpo se encuentra cuando las fuerzas que actuan sobre él se anulan y compensan mutuamente. Contrapeso, armonía entre cosas diversas. En diseño podemos definir el concepto de equilibrio como la apreciación subjetiva de que los elementos de una composición funcionan y se complementan. A través del concepto de equilibrio, podemos atribuir estabilidad o inestabilidad a una forma o a un grupo de ellas.

Ritmo: Es un flujo de movimiento controlado o medido que produce el orden de elementos diferentes. El concepto del ritmo es empleado habitualmente en el campo de la música, pero en la cuestión visual también se encuentra presente y es de hecho fundamental. Del mismo modo que en una composición musical los silencios son elementos decisivos para definir el ritmo de una melodía, en una composición visual los espacios vacíos son fundamentales para posibilitar la existencia de una estructura rítmica.
El ritmo es un elemento dinámico, cuya naturaleza debe relacionarse con la experiencia de temporalidad en la percepción de una imagen. En todo ritmo visual se dan dos componentes: por un lado, la periodicidad, lo que implica la repetición de elementos o grupos de elementos y, por otro, la estructuración, que podría entenderse como el modo de organización de esas estructuras repetidas en la composición.